El mar es un lienzo en blanco, donde las olas son pinceles, pintando con tonos salados un cuadro de mil matices.
Las estrellas son diamantes que adornan el manto oscuro, y la luna es la joya más brillante que cuelga del cuello del cielo.
El viento es un músico errante, que toca en su flauta invisible la melodía del tiempo sinuoso, que todo lo lleva y lo trae.
Y el cielo es el jinete de las nubes, que cabalga en su manto celeste, llevando a las nubes por doquier, con su galope suave o trepidante.
Así es la naturaleza, un universo lleno de metáforas, que nos enseña, con su belleza, el valor de las cosas más simples.